viernes, 8 de marzo de 2013

No es antipolítica, es contrapolítica; o sea, contra la política de los de siempre

Gaspar Llamazares, diputado y portavoz de Izquierda Abierta, y José Mendi, coordinador de comunicación y redes de Izquierda Abierta, han escrito un artículo titulado "Si estamos de acuerdo, ¿por qué no estamos de acuerdo?" (http://goo.gl/yLChS).

En este artículo se dice algo muy certero, es lo siguiente: "O nos sumamos a la realidad o la realidad nos subsumirá como residuos de difícil reciclaje".

Yo creo que, visto el comportamiento político de la vieja izquierda tradicional estamos más en el segundo momento que en el primero; o sea, que lo más probable es que la realidad subsuma a la vieja izquierda tradicional como un residuo de difícil reciclaje.

Jaime Miquel lo decía alto y claro en la crónica que nos ofrecía en el diario La Voz de Galicia titulada "Para llamarlo antipolítica, mejor quedarse callado" (http://goo.gl/5pBtf).

En ese artículo decía Jaime Miquel que el bipartidismo terminó en mayo del 2010. Para situarnos, el PP ha perdido 3,9 millones de votos desde el año 2011, pero el PSOE 5 millones desde el 2008; el grueso de estos electores están en la abstención: en la antipolítica. Para, a continuación añadir, cito literalmente: "Imaginemos ahora que los promotores de la ILP relativa a los desahucios admitida a trámite, los damnificados de las preferentes y, en general, quien quiera apuntarse, buscan a Jordi Évole el Follonero y lo convencen de que los represente en las elecciones europeas del 2014. Es así de simple: esa candidatura podría tener tantos votos como el PSOE o el PP, igual que Beppe Grillo en Italia. Ya está visualizado, ahora restemos un 25 % de los votos válidos a los partidos de la política formal, porque ya estamos en las elecciones generales del 2015, y el PP y el PSOE tendrán que sumar sus escaños y terminar de destruirse en términos electorales, como en Grecia el Pasok y Nueva Democracia y en Italia la coalición de Bersani con la de Berlusconi. Para eso están, para gestionar la política unificada de la Unión Europea sobre la región con todos los socios que quieran, como IU en Andalucía, que gestione el que sea pero cumpliendo. La antipolítica es la oposición frontal a todo un sistema de poder, algo mucho más serio que elegir payasos".

Ante esta realidad, el último párrafo del artículo de Enric Morera, Portavoz de Compromís, Cortes Valencianas, titulado "Llámenlo antipolítica o populismo, sólo es decencia" (http://goo.gl/egZzf) es muy clarificador de qué hay que hacer y dónde hay que situarse para estar en la contrapolitica; o sea, contra la política de los de siempre:

"Las políticas de la Unión Europea sobre el sur de Europa han pulverizado ya dos sistemas electorales, el siguiente será el español. Esto no son conjeturas, en las elecciones europeas del 2014, si no antes, visualizaremos una altísima abstención y la fragmentación del sistema con la irrupción de candidaturas que ahora desconocemos, como un arrollador Compromiso por Europa, pongamos por caso. Ya se concretará, porque Compromís lidera ya la ruptura en España, con eso que llaman los medios del sistema populismo, anti política, populismo o radicalismo izquierdista, no se asusten tanto porque sólo es decencia."

Como siempre digo estas son mis ideas (expresadas en esta ocasión por lo que dicen otros compañeros de viaje) y que dejo a vuestro mejor criterio.

Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

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