Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
Llevo un tiempo intentando hacer llegar mis pensamientos al grupo dirigente de Podemos. Es por ello que esta reflexión se la dirijo a Jorge Moruno, Responsable de Discurso y Argumentario de Podemos; así como al Instituto 25-M, que es la institución creada por Podemos destinada al análisis, la formación y la creación política y cultural.
Empecemos diciendo que soy de los que opina el cambio de criterio en Grecia por parte de Alexis Tsipras (a Syriza le ha afectado electoralmente muy poco), así como la campaña mediática contra Podemos podría haber sido fácilmente neutralizada por parte de esta organización; como así lo fue hasta el mes de enero de este año en el cual Podemos tenía unas expectativas de voto del 28%.
Considero que ese no es el problema de Podemos. La desafección masiva, del 28% al 13%, procede de las personas más conscientes y que sabemos que por el camino que va Podemos en la actualidad se llega muy poco lejos. A mi no me cabe duda de que tras el 20-D se rectificará la estrategia por parte del Consejo Ciudadano estatal si Podemos no quiere convertirse en una IU segunda parte o en una ICV de nivel estatal. La pena es que no lo haga antes y de esa manera evite el pírrico 13% que le dan las encuestas.
Por otra parte decir que la sociedad es siempre reflejo de su parte más fuerte y si nosotros no somos su parte más fuerte quién influirá en ella son aquellos responsables institucionales del orden del 78 que animan políticas de austericidad y de recortes.
Entiendo que el miedo actual de Podemos es el que siempre ha tenido IU. Es el miedo a gobernar de verdad el país. A comprometerse en su transformación y dejar de ser un permanente Pepito Grillo al que nadie atiende ni tiene en cuenta. Es por esta razón por la que suelo ser tan duro con Podemos, pues se que si no rectifica seguiremos padeciendo, como país, la misma situación de austericidio y recortes que hasta ahora. Con un 13% de intención de voto no se sirve más que de elemento decorativo en los parlamentos como ha estado haciendo IU desde el año 78. Y eso no nos vale. Eso es legitimar el sistema.
Y por señalar los aspectos en los que falla estrepitosamente Podemos, indicar que son dos. El primero el relativo al discurso; el actual es muy similar al de IU, esto es: muy tremendista, izquierdista en la acepción que le diera el calvo de pan y paz; poco pragmático y con muy poco sentido común. Las medidas que se proponen por parte de Podemos son un calco del programa de IU y, sin embargo, se aborda poco el tema, como digo, del sentido común y, sobre todo, se ignora flagrantemente el de la democracia. El segundo es el relativo a la metodología. Difícilmente Podemos va a mejorar los procesos de participación de la ciudadanía en política, cuando sus procesos internos no respetan a las minorías. La lista plancha que más votos logra ocupa todos los puestos en los órganos de dirección. Si esto ocurriera a nivel institucional sería el PP el único que tendría representación en el parlamento del Estado, pues el número de votos logrado por sus candidatos en conjunto, sin circunscripciones, es superior al de los demás. Las listas plancha, los programas plancha y la reserva de puestos VIP es una metodología no solo lesiva, sino letal, para un proyecto como Podemos.
Como siempre digo, estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio. Espero que alguien en Podemos preste atención a estas líneas y sean capaces de rectificar a tiempo y, sobre todo, lo más importante, que se abran a dialogar con los demás. Los discursos en la televisión y los monólogos están bien y son necesarios, pero no son suficientes si lo que se desea es cambiar de verdad este país.
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