Leyendo el siguiente titular periodístico podríamos decir que Podemos "donde dije digo, digo diego", lo cual es evidente: "Podemos rectifica sobre Ahora en Común: no es un 'chantaje' sino un 'emplazamiento público' de confluencia (http://goo.gl/zNWX5J).
Ya lo manifestó Xosé Manuel Beiras, portavoz de Anova: "No hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero". (http://goo.gl/h7FWLs).
Y ahora lo ha vuelto a recordar: "Beiras alerta a Podemos de que pondrá 'una bomba de relojería' en la Marea gallega si no se suma". Aboga por la unidad en "un proyecto común y no sobre exploraciones demoscópicas" (http://goo.gl/fZ1MVm).
Los analistas políticos ya comienzan a darse cuenta de la función de Ahora en Común: "Ahora en Común responde a una necesidad que Podemos decidió dejar de satisfacer: la de construir democráticamente listas ciudadanas unitarias para ganar" (http://goo.gl/Fmhto8).
Si Podemos, en vez de aferrarse identitaria y reificadoramente a sus siglas de forma compulsiva, se hubiera dedicado a establecer las bases sobre las que se tiene que asentar la unidad de todos los sujetos políticos que cuentan con vida y representación propia en este país, otro gallo nos hubiera cantado. Ahora, en vez de competir interna y externamente, estaríamos construyendo una alternativa de país.
Indicaba hace unos días, hablando sobre los procesos de confluencia (http://goo.gl/L0r5ha), que surgirá, si se hacen bien las cosas, un sujeto político nuevo de la suma de Podemos y Ahora en Común. Pero tiene que ser un nuevo sujeto político que sea más que la suma de las partes. Que sea más Podemos que Podemos y más Ahora en Común que Ahora en Común.
Para llevar a cabo este proceso se necesita no solo mucha generosidad, sino mucha fidelidad a una metodología que empodere verdaderamente a las/os de abajo, una metodología muy participativa, muy abierta, muy democrática, muy transparente, muy inclusiva y que se base en un modelo de relaciones sociales y, también de producción, horizontal; no queremos ser siervos/as de la gleba por más tiempo. Las relaciones piramidales y la semi-esclavitud que padecemos deben de ser abolidas sin más dilación.
Se trata de conformar un proyecto en el que quepan amplias mayorías sociales y en el que, por tanto, sobran las etiquetas y las guirnaldas de la vieja izquierda como certeramente lo indica el Secretario General de Podemos: Pablo Iglesias fija la posición de Podemos en relación a los exponentes de la vieja izquierda (http://goo.gl/PwEYGM).
También sobran todas las viejas prácticas de la vieja política, como la del recelo al inalienable derecho a la libertad de expresión. Podemos y Ahora en Común deben de ser auténticos paladines y defensores de la democracia, tanto interna como externa; y para ello nada mejor que predicar con el ejemplo.
Ya lo manifestó Xosé Manuel Beiras, portavoz de Anova: "No hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero". (http://goo.gl/h7FWLs).
Y ahora lo ha vuelto a recordar: "Beiras alerta a Podemos de que pondrá 'una bomba de relojería' en la Marea gallega si no se suma". Aboga por la unidad en "un proyecto común y no sobre exploraciones demoscópicas" (http://goo.gl/fZ1MVm).
Los analistas políticos ya comienzan a darse cuenta de la función de Ahora en Común: "Ahora en Común responde a una necesidad que Podemos decidió dejar de satisfacer: la de construir democráticamente listas ciudadanas unitarias para ganar" (http://goo.gl/Fmhto8).
Si Podemos, en vez de aferrarse identitaria y reificadoramente a sus siglas de forma compulsiva, se hubiera dedicado a establecer las bases sobre las que se tiene que asentar la unidad de todos los sujetos políticos que cuentan con vida y representación propia en este país, otro gallo nos hubiera cantado. Ahora, en vez de competir interna y externamente, estaríamos construyendo una alternativa de país.
Indicaba hace unos días, hablando sobre los procesos de confluencia (http://goo.gl/L0r5ha), que surgirá, si se hacen bien las cosas, un sujeto político nuevo de la suma de Podemos y Ahora en Común. Pero tiene que ser un nuevo sujeto político que sea más que la suma de las partes. Que sea más Podemos que Podemos y más Ahora en Común que Ahora en Común.
Para llevar a cabo este proceso se necesita no solo mucha generosidad, sino mucha fidelidad a una metodología que empodere verdaderamente a las/os de abajo, una metodología muy participativa, muy abierta, muy democrática, muy transparente, muy inclusiva y que se base en un modelo de relaciones sociales y, también de producción, horizontal; no queremos ser siervos/as de la gleba por más tiempo. Las relaciones piramidales y la semi-esclavitud que padecemos deben de ser abolidas sin más dilación.
Se trata de conformar un proyecto en el que quepan amplias mayorías sociales y en el que, por tanto, sobran las etiquetas y las guirnaldas de la vieja izquierda como certeramente lo indica el Secretario General de Podemos: Pablo Iglesias fija la posición de Podemos en relación a los exponentes de la vieja izquierda (http://goo.gl/PwEYGM).
También sobran todas las viejas prácticas de la vieja política, como la del recelo al inalienable derecho a la libertad de expresión. Podemos y Ahora en Común deben de ser auténticos paladines y defensores de la democracia, tanto interna como externa; y para ello nada mejor que predicar con el ejemplo.
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