La gran pregunta en estos momentos en el seno de las izquierdas es la siguiente: ¿Es posible el diálogo entre los espacios de reforma y de ruptura? Podemos llegar a entendernos y a acordar cuestiones puntuales sin necesidad de tener que aceptar axiomáticamente tragar ruedas de molino.
La experiencia de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) impulsada por ANOVA evidencia que ello es posible. Es tan sencillo como esto: "Un acuerdo para la unidad de acción en una institución muy concreta".
Todos sabemos que ANOVA es una organización política que apuesta por la ruptura democrática e Izquierda Unida por la reforma de la reforma. A pesar de ello se entienden perfectamente dentro de Alternativa Galega de Esquerda (AGE).
Es cierto como afirma el analista electoral Jaime Miquel que, en gran medida, "las viejas organizaciones del lado izquierdo no lo han entendido, pretenden los votos de la ruptura mediante la reforma de la reforma: le proponen al elector desmovilizado su perpetuación como familia o clase, sin considerar que su pensamiento no le interesa a nadie, al menos en la Red. Hacen el ridículo, porque la ruptura además es generacional, territorial y un etcétera interminable" (http://goo.gl/mO0qU3). Esa vieja izquierda "que no es otra cosa que la pugna por que la cremallera de nomenclaturas lleve más dientes de mi lado que de cualquier otro" (http://goo.gl/vdCFQg).
Como también es cierto ese otro análisis de Jaime Miquel que dice que "los votantes del PSOE que han entendido la situación y han salido del sistema no van a volver al mismo para votar a alguna otra formación de la vieja izquierda. Suponer esto es de una ingenuidad pasmosa, porque el elector medio sabe que su voto serviría para ganar a «la derecha», dar gobierno al PSOE, y a las cumbres como en tiempos de Zapatero. Y esto no es que sea más de lo mismo, es que es exactamente lo mismo pero sin el líder leonés" (http://goo.gl/mO0qU3).
Tendremos pues que observar y estudiar bien el modelo puesto en marcha en Galicia y descubrir las claves por las cuales es operativo. Llegar a entender como han compatibilizado la Reforma de la Reforma que propone IU con la Ruptura Democrática por la que apuesta ANOVA.
Pues lo que también es evidente, palpable e incuestionable, y así lo afirma Xosé Manuel Beiras, es que "estamos al final de un régimen en putrefacción". Y la única salida está "en la apuesta por una ruptura democrática de esta segunda restauración borbónica, un proceso protagonizado por los ciudadanos y ciudadanas y trasladado a la instancia política a través de un frente amplio por la democracia real". "El régimen salido de la Transición, la segunda restauración borbónica, se encuentra en una situación límite y qué vivimos un intento por parte de los poderes fácticos (a saber PP-PSOE) por articular una solución de continuidad al régimen". Uno de los síntomas del empodrecimiento es la corrupción, fenómeno estructural en el Estado Español, que vive "un proceso de descomposición" cada vez más patente, para el cual no hay salida (http://goo.gl/0ifIfL).
Ante esta situación del marco jurídico-político del Estado, y en un momento de grave regresión social, hacen falta "nuevas alternativas políticas", hace falta una nueva herramienta para que intervengamos e incidamos en el proceso de fin de régimen cara a "un nuevo ciclo político", protagonizado por el activismo de la ciudadanía. Y la solución, como plantea ANOVA, no puede ser otra que una ruptura democrática con el régimen y un proceso constituyente. Por unha fronte ampla pola democracia real (http://goo.gl/0ifIfL).
Así que aprendamos de la experiencia que nos brinda Alternativa Galega de Esquerda (AGE) para abrir espacios de encuentro, diálogo y entendimiento entre los nuevos y los viejos sujetos políticos de la izquierda.
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