Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
No me cabe ninguna duda que el PSOE apoyará una gran coalición con un gobierno de consenso y tecnócrata, pues esta parece ser la opinión de esos electores volátiles, transversales y bien informados que suelen ser los que terminan cambiando la realidad de los países y ahormando a sus fuerzas políticas para que actúen conforme al guión que la ciudadanía, la nueva sociedad civil organizada, determina en cada momento. Guión en el que la ciudadanía ejerce de jefe y los actores políticos han de ser disciplinados operarios. Este y no otro es el nuevo eje conceptual del siglo XXI.
Decía en twitter que "en menos de dos meses habrá gobierno con el apoyo del PP y la abstención del Cs y PSOE. Es lo que toca". Al PSOE no que queda otra, en esta tesitura, que dejar de ser el "perro del hortelano"; pues si no puede liderar una alternativa progresista, pues como partido ya no lo es, ha de quitarse su careta y facilitar gobierno al PP.
Es, además, lo que le piden sus socios europeos y lo consecuente con su comportamiento en el Parlamento Europeo en dónde populares y socialistas votan juntos el 73 por ciento de las iniciativas que se debaten en esa institución.
Si en el Parlamento Europeo existe una coincidencia total y absoluta entre ambas formaciones en la política económica europea que dirige la Troika o en los presupuestos anuales de la UE, por qué no van a hacer lo mismo en España. El PSOE debe de acabar con esta impostura moral que supone su doble vara de medir. No puede seguir jugando a ese juego. Los españoles no somos tontos. El PSOE no puede tratar de aparentar ser enemigo del PP en España siendo su aliado incondicional en Europa. Sobre todo desde que el PSOE ha perdido ese nicho electoral de ser la oposición al PP en España que le ha arrebatado Podemos.
Además, el PSOE debe de saber, debería informarse de ello, que los electores del siglo XXI no son ideológicos; los cantos de sirenas y las llamadas a la defensa de las siglas no significan nada para estos. Los votantes del siglo XXI son más volátiles, transversales y bien informados. Si el PSOE los obliga a ir de nuevo a las urnas en un par de meses, optarán por concentrar su voto útil en alguna de las nuevas opciones políticas que cuente con más posibilidades de poner fin a esta farsa del PSOE.
Si la entrada en el Congreso de los Diputados de Podemos y Ciudadanos va a tener un efecto llamada sobre otros electores que, como apunta el analista electoral Jaime Miquel, veremos ya reflejado en el barómetro del CIS del mes de enero; la indeterminación del PSOE y su falta de coherencia en España con lo que es en Europa, puede acelerar, aún más, su proceso de pasokización.
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